"Lo que realmente mola es formar una familia": A$AP Rocky habla sobre la paternidad y su próximo capítulo

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En lo alto del piso 18 de un hotel de lujo, A$AP Rocky habla de poliamor. No es lo que te imaginas. No se trata de él y su famosa pareja. Tampoco juzga el estilo de vida consensuado de nadie. Simplemente, no distingue lo que es genuino últimamente. "No es para todos", dice. "La mitad de estos chicos solo lo hacen por la cámara, la imagen, la fachada. Pero se van a casa solos. Sin compañía. Sin nadie con quien desahogarse. Sin nadie que los anime cuando están deprimidos".

Pero entonces menciona a dos artistas, Ne-Yo y DeRay Davis, quienes han sido abiertos sobre tener varias novias. "Los veo y pienso: 'Oh, saludos. Debe ser divertido'", dice Rocky, luego hace una pausa, bajando el tono. Habla desde detrás de unas gafas de sol Ray-Ban oscuras, con un marcado tono de voz. "Pero sé que es mucho trabajo, hermano. Me digo a mí mismo: 'Oye, esto se ve increíble, ¿pero es fácil?'".

Hace unos años, antes de Rih, cuando el nativo de Harlem, de encantadora sonrisa de dientes de oro, aún estaba en su etapa de estrella de rock, pasando las noches más locas, esta conversación podría haber sido diferente. Ahora Rocky es un padre felizmente comprometido con dos hijos, con un tercero en camino, rapero, actor e ícono de la moda, y se pregunta si los hombres que viven la vida que él tuvo una vez son felices. Antes disfrutaba siendo un playboy —dice que pensaba que había que ser así "para considerarse una estrella de rock"—, pero "no hay longevidad en eso", ha aprendido. "Lo que realmente mola es criar una familia, hermano, y amarlos. Estar ahí".

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Nos reunimos en una calurosa tarde de agosto en una suite del Park Hyatt, con vistas al horizonte del centro de Manhattan. Rocky se está relajando después de una mañana de prensa por su papel como un joven rapero villano en Highest 2 Lowest , el thriller policial dirigido por Spike Lee y protagonizado por Denzel Washington. Sentado en una silla de cuero color miel quemada frente a mí, Rocky parece tu tío rico favorito en medio de la hora del cuento, vestido de pies a cabeza con Celine: un blazer de tweed sobre una camiseta blanca con el logo, mezclilla oscura y zapatos de vestir de charol. El destello de ropa urbana de sus primeros días se ha expandido para incluir un estilo más refinado y elegante que él ha estado llamando su era de "lujo silencioso". Lo que comenzó como una discusión sobre el hip-hop en la era de Reagan ("Nuestros padres son un trauma viviente y andante", dice Rocky) nos llevó naturalmente al tema del amor.

Ahora más que nunca, Rocky sabe lo afortunado que es de estar aquí, haciendo lo que disfruta. A principios de este año, se enfrentó a una pena de hasta 24 años de prisión después de que un examigo y miembro del grupo de rap A$AP Mob lo acusara de disparar un arma durante una pelea en 2021. Fue absuelto en febrero tras un juicio de alto perfil que atrajo tanta atención por sus trajes de Saint Laurent como por el veredicto. "Sabía que era inocente", dice Rocky. "No soy un maldito gánster. Soy un chico guapo. Lo llevo como una insignia de honor". En cuanto a su atuendo para el juicio, dice: "No quería parecer demasiado formal ni de mal gusto. Si alguien te pide que vayas a la corte, sin importar el motivo del asunto, más te vale presentarte con integridad, y eso fue todo lo que hice. Me vestí".

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Casi tan pronto como terminó el juicio, se abrieron las puertas. En tan solo unos meses, Rocky asumió el cargo de director creativo en Ray-Ban, encabezó el festival Rolling Loud y copresidió la Gala del Met, donde Rihanna reveló su último embarazo. También se centró en nuevos proyectos, incluyendo una colaboración con Puma inspirada en el jazz para otoño (también es director creativo de esa marca) y dos películas de A24: Highest 2 Lowest y If I Had Legs I'd Kick You , un drama psicodélico y de ensueño sobre la maternidad, en cines este octubre. Ah, y una semana antes de conocernos, ayudó a cerrar Lollapalooza, sobrevolando el escenario en un helicóptero, luciendo rulos rosas.

Después de cuatro años bajo restricciones legales, Rocky está saboreando su libertad mientras intenta equilibrar la vida familiar con la expansión de sus ambiciones creativas. Quiere ser el modelo de su generación para el hombre renacentista moderno ("Como si Miles Davis todavía estuviera vivo y fuera rapero", explica). Pero con ello, algunos de sus sueños se posponen. Últimamente, para Rocky, es su música. Todavía planea lanzar su elusivo cuarto álbum de estudio, Don't Be Dumb , pero sigue siendo un misterio infinito para los fanáticos. "No quiero culpar principalmente a mi caso, pero la vida era vivir", dice sobre el retraso del álbum. "No planeamos tener hijos, pero cuando sucede, tienes que adaptarte y seguir adelante. Tengo que estar presente para mi familia, porque eso es lo primero".

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Rocky debutó en el cine en 2015, interpretando a un traficante de drogas en la comedia dramática sobre la llegada a la adultez, Dope , y repitió un papel similar como estafador en Monster , de 2018. Spike Lee, cuya esposa, Tanya Lewis Lee, produjo esta última película, recuerda haber abrazado a Rocky en una proyección en Los Ángeles de Highest 2 Lowest y decirle: «En tu próxima película, por favor, no interpretes a un rapero. No quiero que te encasillen». Lee me cuenta que Rocky «tiene un aura especial y es dinámico. Es un actor que rapea».

Rocky planea ampliar su repertorio actoral. Pero meterse en papeles puede ser una experiencia absorbente. "No me ando con rodeos", dice. "No puedo estar tomando decisiones musicales y estando de gira. Tengo que estar en un solo lugar. Tengo que encarnar a este personaje. No puedo darlo todo si me están llevando en diferentes direcciones. Y, por desgracia, hay que sacrificar ciertas cosas para seguir tu vocación. Estas películas no te pagan un billón de dólares. Este es, más bien, mi destino. Soy un hombre de arte".

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Si tuviera piernas, te patearía es un frenético thriller psicológico protagonizado por Rose Byrne, quien interpreta a una terapeuta llamada Linda. La película explora la maternidad como una experiencia profundamente aterradora y que altera la mente. El personaje de Rocky, James, un portero de motel, se convierte en una válvula de escape para el descontrol emocional de Linda. Su principal crítica, por así decirlo, es que desearía que el departamento de vestuario le hubiera cambiado el look (quizás lo hubieran hecho con rastas, sugiere) para que el público no viera a A$AP Rocky en pantalla. ("Me da vergüenza", añade). Durante el rodaje en Montauk, Long Island, Byrne comenta que Rocky proponía ideas como que sus personajes bebieran "alguna bebida loca". (Era ligera, dice Rocky).

“Tiene una curiosidad natural y un gran respeto por su trabajo, además de ser creativo por naturaleza. Mis escenas con él son difíciles, porque tuve que ser extremadamente cruel”, dice Byrne entre risas. “Creo que su personaje es el más difícil de interpretar, porque es genuino y empático con los demás. Fue como una especie de baile divertido. Se le ocurrían insultos extraordinariamente creativos para llamarme. Pero lo dice y luego sonríe. Y piensas: "Supongo que puedes salirte con la tuya. Es como un encanto sobrenatural". Tiene su encanto.

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“Toda esa maldita película es un ataque de ansiedad”, resume Rocky, admitiendo que aún no ha llegado a aceptar el concepto de terapia. “Mi perspectiva sobre la terapia es tan pesimista que ni siquiera tiene gracia. Podrían matarme por esto”, dice, “pero pongo a los terapeutas en la misma categoría que las lecturas psíquicas”. Esta parte de la conversación se siente como una mina terrestre. Su punto es que le resulta difícil confiar en la capacidad de un terapeuta para conectar con él. “Lo veo como, Oye, si no compartes las mismas experiencias”, dice, “¿qué sentido tiene que le cuente mis cosas a un extraño durante una hora entera, para que simplemente diga, 'Bueno, ¿cómo te hizo sentir eso?'” Cuando razono que ha habido un impulso para que haya más terapeutas negros en el campo, sonríe y comenta, con picardía, “Creo que Jay-Z es un terapeuta negro”. Por supuesto, la música es terapia, y los raperos ayudan a los oyentes a procesar las emociones. Metafóricamente hablando, Rocky argumenta: “Mucha gente acude a él con sus problemas”.

Cualquiera que conozca Harlem sabe que la labia de Rocky se debe en parte a su crianza en una capital cultural que podría ser la cuna del rizz. El rapero, cuyo verdadero nombre era Rakim Mayers, creció en el barrio con su madre y su hermana, primero en la calle 116 y la avenida Morningside, entrando y saliendo de albergues y visitando ocasionalmente a su padre en Pensilvania. A los 22 años, se había consolidado como el joven y fanfarrón fenómeno de la banda A$AP Mob, cuyo éxito revelación de 2011, "Peso", y el mixtape posterior, Live.Love.A$AP, revitalizaron el rap neoyorquino, y cuyo estilo desenfadado, desenfadado, ayudó a vincular formalmente la moda urbana con la alta costura. "Hace 10 o 15 años, nunca habrías visto una camiseta con el logo de Celine. Eso estaba fuera de su alcance. No hacían camisetas", dice Rocky. “En aquella época no se hacía ropa de hombre, pero hay necesidad, hay demanda debido a la demografía, a las tendencias que estamos marcando”.

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Cuando le pregunto qué le gusta de la moda, responde, con la cabeza ladeada: «Quizás cómo me siento con ella. Quizás la confianza, el dinamismo y el estilo. Me veo genial con la ropa, ¿sabes? Eso creo , al menos. Y les enseño a los demás: 'Así es como hay que hacerlo'». Se detiene. «Espero no parecer uno de esos tipos geniales e inspiradores, pero demasiado egocéntricos... ¿sabes?».

Aun así, el fanático promedio de la cultura pop hoy en día podría reconocer a Rocky más como un padre con estilo y pareja de una estrella del pop y magnate de la belleza. Su relación se remonta al menos a 2013, cuando Rihanna apareció en el video musical del sencillo de Rocky, "Fashion Killa". Una pareja de estrellas nació ese día, aunque no se dieron cuenta en ese momento. O, como lo cuenta Rocky, realmente lo hicieron, ya sabes, cósmicamente. Los fanáticos también notaron la química. Algunos la notaron incluso antes cuando aparecieron juntos en los MTV Music Awards de 2012. "La gente ya, en sus mentes, decía: 'Los quiero juntos'. Y es por eso que no es tan inusual para ellos. Mucha gente creció con nosotros", dice.

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Han sido públicos desde finales de 2019, y si bien es una bendición encontrar un socio con quien compartir objetivos, armarios y conceptos creativos, hay límites. "Intentamos mantener el negocio separado. Lo que ella hace es lo que hace, y lo que yo hago es lo que hago. Pero cuando colaboramos, es divertido porque puedo ser creativo con ella. Tiene mucha confianza en mí", dice Rocky, ahora saboreando un café con leche en la suite del hotel. Protagonizó una campaña para el bálsamo Fenty Skin Lux de Rihanna; ella apareció para apoyar su pop-up de lanzamiento de la cápsula Puma x F1 en una gasolinera abandonada en Las Vegas. Naturalmente, a las marcas les encanta que Rocky esté dispuesto a ejecutar una idea poco convencional, muchas de las cuales él mismo presenta. "No es alguien que aparece como, '¿Qué vamos a hacer?' Hace mucha investigación", dice la directora de producto de Puma, Maria Valdes. "Es muy parecido a un nerd, muy metido en el asunto".

Como pareja, él y Rih dejan el trabajo en la puerta. "No hablamos mucho de trabajo, porque lidiamos con eso todo el día, todos los días", dice. "Cuando llegas a casa, se trata de la familia. Se trata de tu relación. Se trata de tu hogar. No se trata de todas esas cosas". Cuando le pregunto si tiene ganas de ser esposo, bromea: "¿Cómo sabes que no lo soy ya?". Aclara, riendo: "Aún no voy a confirmarlo".

La pareja dio la bienvenida a su primer hijo, RZA Athelston Mayers, en mayo de 2022, y tuvo a su segundo hijo, Riot Rose Mayers, en agosto de 2023. Esta vez, él está manifestando una niña. "Espero que sea niña. De verdad. Estamos rezando por una niña", dice. "La primera vez, queríamos saber el sexo del bebé. La segunda vez, no queríamos saberlo. La tercera vez, no queremos saberlo hasta que, ya sabes". Su voz se apaga. "Siento que va a ser niña. Este embarazo es muy diferente a los otros dos. Se nota en la experiencia. Espero que sea niña, hombre. Lo necesito".

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Cada vez que comparten la noticia de su embarazo con el mundo, los fans bromean diciendo que, una vez más, estos dos nunca lanzarán música nueva. "¿Sabes de qué bromeamos?", dice Rocky con una sonrisa burlona. "Ella dice: 'Oye, no te voy a mentir. Tus fans podrían querer patearte el trasero tanto como los míos quieren patearme el trasero a mí. Lo que me salva es que estoy embarazada la mayor parte del tiempo'".

Aunque su producción musical pueda parecer escasa en comparación con la de algunos de sus colegas (tres álbumes de estudio y varios sencillos únicos en 14 años), su música sigue siendo esperada. Reconoce: "Es demasiado tiempo para mí. Ha pasado tanto tiempo", sonando exasperado consigo mismo. Ha citado filtraciones, políticas de la industria y, por supuesto, el juicio como razones del retraso. Sus fans más fieles podrían preguntarse si el artista apodado Pretty Flacko todavía está interesado en el hip-hop. Cuando le pregunto esto, parece ligeramente indignado. "¡Sí!", responde, con naturalidad. "Es mi carrera", dice. "¿Dependo de eso para ganar mi dinero? No. Y eso es lo que la gente debería apreciar de mí. Esa no es mi gallina de los huevos de oro. Lo trato con mucha más espiritualidad. Es sagrado".

Cuando incursionó en lo que él llama un sonido "experimental, al estilo Dean Blunt, del Reino Unido" para su álbum más reciente, Testing de 2018, sus ventas bajaron, lo cual le sorprendió. Cree que su perfeccionismo se interpreta como una falta de confianza en su música. "El contenido debe provenir de la realidad. No quiero inventar. Me convertí en el hombre en el que me convertí porque era un mujeriego. Bien, ¿dónde estoy ahora?", dice. "Estoy actuando ahora mismo. Pero cuando el modo Flacko esté en pleno apogeo, lo sabrán".

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La primavera pasada, Pretty Flacko apareció en el sencillo "Show of Hands" de Future y Metro Boomin, criticando con indiferencia a Drake, quien previamente (supuestamente) había criticado tanto a Rocky como a Rihanna en sus canciones. Drake le respondió de nuevo en "Family Matters", una canción ofensiva dirigida a Kendrick Lamar. (Es como una historia de " Days of Our Lives "). Aunque Rocky se abstuvo de la creciente disputa, se divirtió tanto como el resto de nosotros. "Fue saludable para el hip-hop", dice. "La batalla era entre Kendrick y Drake, no entre Drake y todos los demás que podrían haber dicho algo en ese momento, y esa es principalmente la razón por la que me retiré. Simplemente odio cómo está resultando esto con [Drake] demandando y todo eso. ¿Qué parte del juego es eso? ¿Qué clase de mierda es esa? Supongo que no es asunto mío".

Aún queda la duda de si A$AP Mob sigue siendo una banda, dado que el juicio de Rocky involucró a un exmiembro que lo acusó. Rocky confirma que no se han separado. Considera a algunos hermanos, pero están en proceso de sanar heridas. "No estoy mintiendo. Esta no es una respuesta políticamente correcta", dice. "Cualquiera que fuera mi protegido, mis amigos, mis compañeros de banda, y no se meten conmigo, es porque no se meten conmigo. No le tengo rencor a nadie. No tengo motivos para ello. Soy demasiado feliz".

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Habla con calma, pero desde un punto de frustración, aunque no entra en detalles. Se siente poco apreciado. "Jugué a ser una figura paterna para muchos de estos chicos a pesar de tener la misma edad. Es diferente cuando la gente duerme en tu suelo, en tu sofá, en tu cama. Cuando tienes 13 personas viviendo en un apartamento de una habitación y solo tienes dinero, sobre todo cuando no lo necesitas. Así que lo veo como la rebeldía de mis hijos". En última instancia, no tiene ningún problema en dejar ir algunas amistades. "No intento hacerme pasar por una víctima", dice. "Duermo bien por la noche, porque sé que no intento perjudicar a nadie. Solo quiero que todos estén juntos".

Puede que Rocky parezca que no ha envejecido nada, pero el último año probablemente ha acelerado el proceso. Se inclina hacia adelante en su silla y señala unos mechones plateados que se entrelazan con sus trenzas. "En unos años cumpliré 40. Estoy listo para aceptar a ese cabrón", dice sonriendo. "Me están saliendo estas bonitas canas. Estoy listo".

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Ahora que su vida y su sistema nervioso se han estabilizado, puede exhalar y reflexionar. No recuerda si fue antes o después del estreno de Highest 2 Lowest en Cannes, pero en algún momento de mayo, lloró de alegría en la Riviera Francesa. Recuerda haber pensado, solo en una habitación de hotel: Sí, hermano, tienes suerte. Eres bendecido. "De verdad. Esto es una locura. No es broma. Una persona promedio probablemente nunca sabría de qué estoy hablando. Este no es un sentimiento promedio", explica. "Muchas veces, las circunstancias y el dinero te impiden ver lo afortunado que eres, porque la gente mide la fortuna con el comercio y la economía. Eso llegará", dice. "Esto es realmente lo que amo en la vida, y alguien intentó quitármelo. Como hombre, lloré, hombre. Lágrimas de alegría". Hace una pausa por unos segundos hasta que su ceño fruncido literalmente se pone patas arriba. "Pero todavía me veo guapo cuando lloro", dice, y se ríe de nuevo. "No soy un tipo de persona que llora feamente".

Peinado por Tashana Miles en Exclusive Artists; barbero: Danny Espinal; cuidado personal por Mirna Jose en See Management; manicura por Dawn Sterling en EDMA; diseño de escenario por Colin Phelan; producción por Jennifer Pio en We Folk.

Una versión de esta historia aparece en la edición de octubre de 2025 de ELLE.

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